Quote #30

“‘You, Colm Doherty, do you know what you used to be?’
‘No, Pádraic, what did I used to be?’
‘Nice! You used to be nice! […] And now, do you know what you are? Not nice.’
‘Ah, well, I suppose niceness doesn’t last then, does it, Pádraic? But will I tell ya something that does last?’
‘What? And don’t say somethin’ stupid like music.’
‘Music lasts.’
‘Knew it!’
‘And paintings last. And poetry lasts.’
‘So does niceness.’
‘Do you know who we remember for how nice they was in the 17th century?
‘Who?’
‘Absolutely no one. Yet we all remember the music of the time. Everyone, to a man, knows Mozart’s name.’
‘Well, I don’t, so there goes that theory. And anyway, we’re talkin’ about niceness. Not whatsisname. My mammy, she was nice. I remember her. And my daddy, he was nice. I remember him. And my sister, she’s nice. I’ll remember her. Forever I’ll remember her.’
‘And who else will?’
‘‘Who else will’ what?’
‘Remember Siobhán and your niceness? No one will. In 50 years’ time, no one will remember any of us. Yet the music of a man who lived two centuries ago…’
‘‘Yet,’ he says, like he’s English. […] I don’t give a feck about Mozart, or Borvoven, or any of them funny name feckers. I’m Pádaric Súilleabháin. And I’m nice. […] So you’d rather be friends with this fella, would ya? A fella who hits his own son black and blue every night that he’s not fiddling with him? […] You used to be nice. Or did you never used to be? Oh, God. Maybe you never used to be.’”
(Martin McDonagh, The Banshees of Inisherin).

«—Tú, Colm Doherty, ¿sabes lo que solías ser?
»—No, Pádraic, ¿qué solía ser?
»—¡Amable! ¡Solías ser amable! […] ¿Y sabes lo que eres ahora? Desagradable.
»—Oye, mira, supongo que la amabilidad no dura siempre, Pádraic. Pero te diré algo que sí perdura.
»—¿Qué? Y no digas una estupidez como la música.
»—La música perdura.
»—¡Lo sabía!
»—La pintura perdura. Y la poesía perdura.
»—Igual que la amabilidad.
»—¿Sabes a quién recordamos por su amabilidad en el siglo XVII?
»—¿A quién?
»—Absolutamente a nadie. Pero todos recordamos la música de la época. Todos todos sabemos quién fue Mozart.
»—Yo no, ya no vale tu teoría. Además, estamos hablando de la amabilidad. No de comosellame. Mi madre, ella era amable. Y yo la recuerdo. Y mi padre era amable, y también lo recuerdo. Y mi hermana, es amable. La recordaré. Siempre la recordaré.
»—¿Quién más lo hará?
»—¿Quién más hará qué?
»—Recordar a Siobhán y tu amabilidad. Nadie lo hará. Dentro de 50 años, nadie se acordará de nosotros. Sin embargo, la música de un hombre que vivió hace dos siglos…
»—“Hace dos siglos”. ¿Qué sabrás tú? […] Me importa un pimiento ese Mozart, o Borvoven, o cualquiera de esos puñeteros nombres raros. Yo soy Pádaric Súilleabháin, y soy amable. ¿Prefieres ser amigo de este tipo? ¿Alguien que pega palizas a su propio hijo las noches que no le soba? […] Antes eras amable. ¿O nunca lo fuiste? Oh, Dios. A lo mejor nunca lo fuiste»
(Martin McDonagh, Almas en pena de Inisherin).